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PEGGIE SUE'S Valoración conjunta de Neton, Lanshor, Kuzz y Verso.
Peggie Sue's está en la Calle Ialia nº 10 (Alicante). Al igual que Charlie's, es un diner americano con decoración de los años 50.
EL LOCAL El local es muy amplio y atractivo. Con sus luces de neón inundan de rosa la calle atrayendo a los mosquitos incautos, como un puticlub orgulloso de sí mismo. Es como el sueño americano, te lo crees hasta que estás dentro y descubres que los azulejos a cuadros de las paredes son realmente una tira de papel pegado sobre el gotelé saturado de rosa.
La ambientación es buena y los sofás están acolchados. Es muy espacioso, demasiado para tan pocas mesas. Hay espacio de sobra para que patinadoras inexistentes nos sirvan rápidamente y con una sonrisa. En lugar de patinadoras, te da el bajón al tener camareros con indumentaria negra de trabajar en el bar "La sardina peleona".
Eso sí, lo de la música es una pasada. Se puede elegir la música entre una amplia variedad de canciones de los años 50 y 60. Elegirla es muy fácil, en cada mesa hay un aparato como estos:
Nota para el local: 6.
EL SERVICIO Teníamos ganas de cenar temprano y hemos ido a las 8. Hemos encontrado a los camareros dentro pero no podíamos pasar porque abre a las 20:30. Horario absurdo para un restaurante de este tipo.
Éramos 5, hemos entrado los primeros y pedido sentarnos en una mesa de 6, pero el camarero ha dicho que estaban reservadas. Nos ha puesto en una de 4 + silla extra. Lo de la mesa reservada era una mentira manifiesta porque los que iban detrás nuestra se han puesto en la de 6 y no tenían reserva. Mentir así es ruín, no hacía falta.
Aquí un extracto de la carta. Hay tres pizzas posibles:
Hemos pedido la Marilyn Monroe. No había. Kuzz ha pedido la Elvis Presley. El camarero se va. Vuelve: "no hay pizzas". Kuzz ha pedido una hamburguesa. El camarero se va. Vuelve: "no hay".
A la cuarta, Kuzz ha pedido unas patatas para asegurarse de que tenían lo que quería.
En los postres, hemos pedido un Toffee Cake y un "Black & white", que es un pastel con chocolate negro y blanco. Estamos en un restaurante típico americano y al camarero casi le ofende que le hables en inglés LEYENDO DIRECTAMENTE DE LA CARTA. Para cuatro postres que hay, el camarero no sabía lo que eran esos postres, hasta que leyendo la carta ha dicho "Bueno, apunto eso y un tofecaque".
A lo largo de la cena, la incompetencia más absoluta personificada en un servicio horrible rodeado de rosa-infección nos ha acabado creando un acceso de ira bastante serio, sin más remedio que cambiarnos de acera si algún día tenemos la obligación de pasar por esa calle. La nota a los camareros es un cero tan grande que podrían hacer acrobacias con una moto a través de él.
Sin embargo, la comida la han servido rápido y eso se agradece. Eso sí, para la cuenta han tardado la vida.
Nota para el servicio: 2.
LA COMIDA La comida es típica americana: perritos calientes, hamburguesas, pizzas, patatas fritas, fingers... Hay poca variedad y encima faltaban la mayoría de los platos. Un punto a favor es que en cada mesa hay botes de ketchup, mayonesa y mostaza para servirse al gusto.
Las patatas (con queso y bacon) estaban bien, dentro de lo normal.
Los aros de cebolla, riquísimos, los mejores jamás probados. Lo mismo para los batidos.
La hamburguesa estaba muy rica, aunque era muy pequeña y valía seis euros. En otros sitios, las hamburguesas de 6 euros vienen en un plato acompañadas de patatas y lechuga. En Peggy Sue's la hamburguesa de 6 euros es pequeña y solitaria. Le ha faltado que le clavaran un puto palillo para ser un jodido montadito. Muy rica, eso sí.
El perrito caliente es de 26 cm según la carta. Esperábamos algo desbordante para el estómago y la vista. La realidad: tal vez 26 cm de salchicha, pero 16 cm de pan. Una tapa para un hombre como Neton.
Los postres, aceptables sin más.
Nota para la comida: 6
EL PRECIO Las pizzas eran a 5 euros, abstractamente (porque no las hemos visto) están bien de precio, pero la carta especifica que son individuales y a lo mejor son muy pequeñas.
La hamburguesa carísima como ya se ha dicho.
Los refrescos a 2,70 euros. Un exceso.
La ración de patatas + refresco, sin plato fuerte, sale a 7 euros. Por ese precio vas a un kebap y lo que te pides no lo salta un gitano atleta. Y está más bueno y sales de allí en ambulancia por empacho, pero saludando a los dueños de manera cordial entre gemidos de agónico placer.
Nota para el precio: 3
Local: 6. Servicio: 2. Comida: 6. Precio: 3.
NOTA GLOBAL: 4 |