VersoEviscerador Perpetuo |
No sé como crecerán los jóvenes de hoy en día, pero yo mi infancia la pasé acompañado de Mortadelo y Filemón... y de Zipi y Zape, Carpanta, el Botones Sacarino, etc, etc. Aunque mi favorito siempre ha sido Anacleto, agente secreto, tengo que reconocer que los reyes de todo el sarao eran Mortadelo y su jefe. No solo tenían una revista ¿semanal? (no recuerdo exactamente la periocidad) y una serie de dibujos que nos ponían en todos los cumpleaños (maldita infancia), también tenían más tebeos publicados que nadie y sobre todo lo que nosotros llamábamos "las aventuras largas". Acostumbrados a que todas las historias de nuestros personajes favoritos duraran entre dos y cuatro páginas, encontrarse con una que abarcaba unas 40 páginas era todo un festival para los sentidos. Eran los Ole más buscados y la moneda de cambio habitual cuando intercambiábamos tebeos con los amigos. Mortadelo y Filemón eran los amos de nuestra época y nos hizo disfrutar a muchos de una maravillosa infancia...
Pero el tiempo pasa para todos e Ibañez cometió el peor de los errores imaginables: siguió publicando tebeos de los personajes. No sabría delimitar el momento exacto en que la calidad de lo editado cayó en picado, pero quizá sea tras las olimpiadas de Barcelona cuando las ideas del autor empiezan a parecer aburridas y caducas. Algo parecido a lo que pasó con Superlopez, tan pronto Jan era el número uno como se le defenestraba a las primeras de cambio. En ambos casos hay que reconocer que hace muchos años perdieron su fuerza, su gracia y gran parte del sentido del humor, pero no por ello hay que dejar de reconocer los méritos, y tengo la sensación de que hace años mucha gente le perdió el respeto al autor. De acuerdo, hace mucho tiempo que no saca un tebeo bueno, pero uno cosa no quita a la otra, y el número de buenas obras por ahora es superior al de las malas (y esperemos que siga siendo así, que como siga publicando...). También está el tema de los llamados "negros", algo que según se ha ido conociendo ha ido haciendo que miremos con más recelo algunas obras del autor, pero la verdad es que en Bruguera raro era el autor conocido que no tenía algún que otro negro y es que la editorial imponía un ritmo de trabajo que obligaba al uso de varias manos diferentes para poder terminar todo a tiempo... pero bueno, vamos a dejar de centrarnos en los aspectos negativos, que me conozco y la cabra tira al monte.
Mi historia favorita de los personajes es "Mortadelo y Filemón y Alemania". Sé que hay mucha gente que se pirra por el Sulfato Atómico, pero a mi las desventuras de los personajes por tierras germanas me ganaron desde su primera lectura. La trama no es nada del otro mundo, nuestros agentes deben recuperar las joyas de la corona británica, robadas por el Rata y el Paquidermo y escondidas en siete enanitos de jardín diseminados por toda Alemania. Como no, el viaje por todo el país le servirá a Ibañez para reirse de todos los topicazos sobre los Alemanes, incluidos muro de Berlín y la república oriental del país, motivo por el cual el tebeo fue censurado en esas tierras. No se puede decir que el tebeo posea un guión brillante, pero la cantidad de chistes y gags desplegados por página hacen de esta obra una de las más divertidas de toda la serie.
También tengo que reconocer una especial predilección hacia las historias centradas en los Mundiales de fútbol y las Olimpiadas. Seguramente el hecho de que Ibañez odiara el fútbol sirva para que se monta unos campeonatos muy alejados de la realidad y llenos de partidos delirantes y resultados absurdos. Uno no sabía donde iban a acabar aquellas historias, ya que nuestros agentes, infiltrados siempre en el equipo o combinado de turno cambiaban de país o de bando con la facilidad con que uno cambia de camisa. Menudo ingenio tenía Ibañez para crear situaciones nuevas mundial tras mundial y olimpiada tras olimpiada, era increíble leerse esos tebeos y encontrar algo nuevo y emocionante que no habías visto hasta ahora. Vale sí, es inevitable encontrarse con cierto humor repetitivo en ocasiones, pero la mayoría de esas historias parecen frescas y sobre todo divertidas. Lastima que a partir de Barcelona aquello empezara a perder toda la gracia, quizá ya no había mucho más que contar sobre el tema.
(Sacado del blog Un tebeo con otro nombre) |