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Cuando me preguntaste sobre si había visto la película y te dije que no pero que blablablabla... me confundí, creía que hablabas de otra cosa que no tiene nada que ver.
El caso es que, creo que como todos, esta película ya la conocía porque algunos de los monólogos del presentador han sido usados en multitud de canciones y documentales (creo recordar que salía en... ¿zeigeist?, ¿fahrenheit 9/11?, ¿la corporación?...). Los discursos eran realmente inquietantes, y quizás demasiado amarillistas en algunos momentos; realzar la idea de una supervillana mano negra que titiritea la política del mundo por ejemplo.
Mi opinión sobre el tema es que los medios de comunicación son la herramienta de poder más fuerte y efectiva que existe. Sin embargo, el monopolio de su emisión ya no es viable; con Internet la población civil abandona su papel de receptor y asimilador en exclusiva para convertirse en emisor. Un particular puede escribir un artículo y conseguir que medio mundo lo lea sin ningún tipo de esfuerzo (más allá del de escribir el propio artículo).
El honor del periodismo ha muerto, ahora los periodistas son -en la mayoría de los casos- meros redactores de la línea editorial de su medio; pero a cambio, ahora cualquier no periodista puede ser un gran ídem que supla la poca profesionalidad de los titulados. Por desgracia, para las personas "mayores" (no muy por encima de nuestra generación) los medios tradicionales aún siguen siendo la fuente mayoritaria, gruesa y troncal de información; pero todo eso se arreglará conforme crezcan y vayan muriendo.
Si logramos que no detengan nuestra libertad de comunicación en la red (algo que ya se intentó con la ley que quería que sólo periodistas pudieran escribir en blogs). Si logramos que la tecnología avance lo suficiente antes de que las corporaciones se den cuenta de qué papel les va a tocar jugar en el sociedad del futuro... entonces, tendremos la justicia y el bienestar asegurados.
A cambio, perderemos nuestra privacidad. ¿Pero no es este un precio pequeño por la libertad y la justicia total?. En noruega por ejemplo, se puede consultar cuanto gana legalmente cualquier ciudadano: una transparencia total que evita y dificulta mucho la corrupción, un pequeño precio por un gran bien. En España, país de la pandereta, la picaresca, la envidia y el caciquismo, esta medida sería imposible siquiera de plantear, a pesar del gran bien social que acarrearía.
No habrá jueces, no políticos: sólo avanzadísimas inteligencias artificiales que juzgarán en un instante, que modificarán las normas y leyes cada día en cada situación bajo las premisas del bien común y la justicia. Algoritmos 100% públicos que cualquiera podrá estudiar, replicar y comprobar en su computadora en casa para evitar trampas y corrupción. Una tecnocracia perfecta bajo la perfecta simbiosis de científicos y expertos con entidades computacionales... ¿y no es este el paraíso?. |