-Soy una creaciónvuestra... y como tal imperfecta, como todas las cosas que creáis. El Mundo de la Vigilia, ese lugar al queos referís como si fuera lejano y totalmente ajeno a este, como si nada de lode allí pudiera afectar aquí ni viceversa, desde allí vine. Las gentes de allíno son como las de aquí, eso lo sabéis. El Mundo de la Vigilia se rige por normasdistintas al Mundo de los Sueños, aquí hay ilusión y magia, fantasía yalegría... allí todo eso se acabó si alguna vez lo hubo. La gente del mundo dela vigilia sólo vive entre tinieblas, ya no está permitido soñar, pues lossueños no sirven para nada... pero eso ya os lo han contado ¿verdad? La verdad,la terrible verdad detrás del mundo de la vigilia es que allí no puedes apartarlos pies del suelo. Cuanto más miras, más miserias ves, muerte, hambre,tristeza por doquier, pobreza, niños llorando mientras sus padres ríen porvulgares razones, nadie se molesta en nada que verdaderamente merezca la pena.Todos se mueven en un mundo gris y sin sentido, dejan atrás las ilusionescuando maduran, ahora madurar significa borrar lo que eras y convertirte en unmaniquí más y si se te ocurre hacer lo contrario serás aplastado. Así,quien no vive una vida de sufrimiento, vive una vida fría, la cual creen queestá llena y satisfecha, pero así no es, sólo se han acostumbrado a ese tipo devida. No recuerdan lo que es sentirse verdaderamente bien, lo sacrificaron enpos de la madurez, el éxito, el dinero... todos los placeres, las alegrías, sontotalmente materiales, perecederos, cosas que se convertirán en polvo pero queno les importa mientras esté en sus manos. Y entre todo eso se mueven unospocos elementos, una raza en peligro de extinción de la cual cada vez quedanmenos ejemplares. Pobres idealistas y optimistas, que intentan ver el ladomágico del mundo de la vigilia sin saber que esa magia de derramó por elretrete, sois vosotros, los soñadores, los que insistís en que existe laverdadera felicidad, que se puede mantener la ilusión. Pero ¡Oh! Poco a pocoveis lo equivocado de esa forma de ver las cosas y os hundís entre el resto demaniquíes fríos. Queréis dar magia a un mundo que no permite ya la magia, quese ha apartado y la niega totalmente, os rechaza y vosotros intentáis huir.Sois cada vez menos, vais cayendo y los sueños que pretendéis llevar allí sedeshacen por el camino, pensáis que la esperanza está en los niños, ellosmantendrán vivos los sueños, la ilusión y la imaginación ¡Ja! Los niños ya nonecesitan de los sueños ni la imaginación, su mundo les da ya el trabajo hechocon la televisión, los videojuegos y otros materiales que les dicen "nohace falta que hagáis el trabajo, nosotros lo hacemos por vosotros". Todoparece muy negro ¿verdad? Pero así es el mundo de la vigilia, así es la vida.En la vida de allí uno debe ser así, nada de ilusionens ni fantasías, nada desueños ni de esperanzas duraderas... y de ahí, de todo eso surgió la chispa.¿Qué soy? preguntas... Soy todo eso, soy la suma de los sentimientos de lagente que vive en el mundo de la vigilia, soy la suma de las penas, elpesimismo, la desilusión, la desesperación, la desconfianza, soy la sumade todos los sentimientos que podéis ver entre los habitantes de éste mundomoribundo. Vosotros... cuantos menos sois menos fuerza dais a los sueños y esoes lo que me permitió traspasar la barrera. Aunque creéis que cuando cruzáis aquídejáis atrás todo lo que significa el mundo de la vigilia, no es así, lo traéiscon vosotros. Aunque aquí seas un caballero del honor, allí sigues siendo untriste obrero con un trabajo prefabricado, que es lo más a lo que llegará lamayoría de la gente en ese mundo, a un trabajo prefabricado más. La puerta sefue abriendo cada vez más, hasta que tomé forma, ya no era simplemente uncúmulo de emociones, fui consciente de lo que era y de lo que estabasucediendo. el cúmulo de sentimientos estaba creciendo, al no haber sueños, alno sustentarlos, mi presencia iba tomando contacto y el resultado ya loconocéis. Estoy aquí porque la gente ya no sueña, ya no merece la pena soñar,lo han dejado atrás, tanto adultos como niños. El Mundo de los Sueños ya no estáprotegido de las calamidades porque ya no quedan soñadores que lo mantengan, ylo más triste es que El Mundo de los Sueños no ha hecho nada para merecerse esedestino, habéis sido vosotros los que habéis abandonado.

 -Pero sí quepodemos hacer algo por cambiarlo -dijo Wilhelm -. Sí que hay ilusión en elmundo, en el fondo de los corazones de la gente no sólo hay oscuridad y tristeza,el mundo de la vigilia no es tan gris... tú mismo lo has dicho antes, comocreación nuestra que eres, eres imperfecta, sólo tienes una visión parcial delmundo. Esa gente de vidas grises no sólo quiere cosas materiales y perecederas¿has visto la mirada de un padre o una madre cuando tiene un hijo? ¿Lo quesiente una pareja cuando juntos contemplan un atardecer? Esos ejecutivos devidas prefabricadas también tienen sueños, aunque sólo sea unas vacaciones enun lugar lejano donde olvidarse de sus problemas, hay esperanza, sólo tienenque verla. Sólo tienes que verla tú.

 -¿Y de qué sirvetodo eso que dices, joven soñador? De nada, no sirve para nada.

 -Sí sirve, ahí esdonde te equivocas -contestó el joven -La ilusión es nuestra fuerza, laesperanza es nuestro poder, es lo que nos ayuda a vivir, a enfrentarnos a unmundo agresivo que nos golpea frecuentemente y que amenaza con robarnosnuestros sueños. Es lo que nos ayuda a plantar cara y a enfrentarnos a losproblemas.

 -Pero la gente notiene ilusión ni sueños, las perdieron, joven soñador.

 -Pero ahí estamosnosotros para mantenerla -respondió Erica -es nuestra misión, somos soñadores,sí, somos pocos, pero somos fuertes. Podemos dar un poco de luz a la vida... ycon un poco de luz se puede iluminar mucho.