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Me queda por ver Zeigeist 2 y comentar. Por lo demás...
Grandes conclusiones en tu entrada 3, y ahora comentaré más, pero por lo pronto, sólo en una cosa no estoy de acuerdo; en "los ricos son cada vez más ricos y los pobres más pobres".
Esta es la típica frase trampa que ha tenido mucho éxito por ser una falacia difícil de detectar. No se puede aplicar una lógica correcta porque "rico" y "pobre" son conceptos relativos y contrarios. Me explico: lo que sí es cierto es que la riqueza de los más ricos crece más rápido que la riqueza de los "menos ricos", pero esos "menos ricos" también ven crecer su riqueza; la conclusión es que la brecha entre clases económicas se hace más grande, pero los pobres no son cada vez más pobres.
Hay que entender que la riqueza es algo extraordinariamente relativo, porque se mide en base a la media del patrimonio o a su mediana en una nación o en un entorno global actual. Pero esa media no deja de crecer a velocidades de vértigo en el tiempo a causa de la tecnología. ¿Cómo?. Si hoy en día quisieras tener un ordenador de 1 teraflop en el bolsillo tendrías que gastarte una gran cantidad de sueldos medios en él; algo más práctico: si quieres el mejor tratamiento contra el cáncer que existe, un entorno de trabajo cómodo y seguro, y en general, objetos, servicios, tratamientos y conocimientos de última generación tendrás que gastar mucho, mucho, mucho. Mucho.
Pero todas esas tecnologías cumbre y cota máxima de la capacidad humana de hoy, son las tecnologías medias y accesibles de mañana. Cada generación disfruta de estas tecnologías que se desarrollaron ayer y que, aún usando toda la riqueza posible de "ante-ayer" no hubieran podido comprarse de ningún modo: porque sencillamente no existían.
Tenemos más calidad de vida, acceso al conocimiento, y seguridad de superviviencia que todos los grandes emperadores y reyes que han existido durante toda la historia de la Tierra: HOY algunos tienen mucho más que nosotros, pero aún esos no pueden comprar lo que tendrán nuestros nietos.
Es un poco complejo, pero hay que entender que cada descubrimiento devalúa el valor de todo lo demás elevando así la riqueza global. Si viniesen hombres del futuro a vendernos tecnología del futuro: No habría valor conjunto suficiente en la Tierra para comprarla (a no ser que el precio que nos exigiesen estuviese notablemente por debajo del valor de la tecnología).
Por ello, la mejor forma de aumentar la riqueza no son el comercio, el control de sueldos o el consumo: es directamente la investigación y el desarrollo; porque de esta forma se incremente la riqueza global de todo el planeta en beneficios que ayer no tenían precio. El problema, es que esta riqueza completamente palpable no se puede medir monetariamente: y los monos que dirigen los mercados sólo entienden el éxito en función de números en su pantalla. Me gustaría ver a alguno muerto tras una larga y dura enfermedad terminal tras haber descubierto en su lecho de muerte que la cura o tratamiento hubiera sido contemporánea y aplicable a él si las inversiones se hubieran hecho de otra forma.
(***)
Sobre la entrada en sí: tienes toda la razón del mundo. Hemos vivido una revolución industrial y una revolución computacional. Pero ahora queda por llegar la revolución final y la más dura: la revolución robótica.
Cuando el nivel de autonomía e interacción de los robos sobrepase cierto umbral no muy lejano (a 20 años de distancia diría yo, aunque dependiendo del alcance de la crisis o de una posible guerra mundial podría demorarse hasta los 60 ó 70 años) el 99% y no el 90, de los trabajos que realizan los hombres serán competencia exclusiva de las máquinas.
Toda la industria agroalimentaria se desarrollará exclusivamente con máquinas, quizás sólo queden humanos en las áreas más avanzadas del mercado de la ingeniería genética; pero hasta eso es sustituible.
La industria por supuesto será monitorizada y desarrollada por máquinas. Los servicios: transportes, compra/venta, etc también.
Las áreas que sobrevivirán serán, como bien apuntas, las artísticas e intelectuales: el diseño y programación de nuevas máquinas (aunque eso con el tiempo también se suprimiría), la publicidad, el cine, el deporte y todo lo artístico, junto a la ingeniería, serían los únicos trabajos humanos posibles.
El problema de estos booms es que surgen casi de la noche a la mañana, los gobiernos no entienden ni son conscientes de lo que suponen estos avances y sus acciones suelen ser más perjudiciales que la misma indiferencia. Esto puede llevar a la ruptura final (no la anulación, si no el máximo exponente posible) de la brecha económica: los que tienen propiedades privadas productoras (industria), los que tienen un trabajo, y el resto de la humanidad (el 90%) (los que no tienen nada).
En un contexto como este habría que hacer algo casi imposible: cambiar radicalmente en dos días el modelo económico-social del momento hacia ideas tendentes al comunismo: pues la tendencia final en unos pocos cientos de años es que el hombre no tenga que mover un dedo y que las máquinas produzca y hagan absolutamente todo: pues ya serán superiores en todo al hombre, quien sólo debe dedicarse a engordar y a vivir (tipo wall-e). De no producirse este cambio, todos los recursos de producción mundiales acabarían en unas pocas manos y el resto de la humanidad con absolutamente nada, dando lugar a la mayor crisis social de la historia.
No es sólo un problema educacional, que también, pues toda la instrucción debería orientarse al pensamiento y la creación, ya que la replicación humana es algo a las puertas de la extinción. Es un problema de saber mirar al futuro más allá de esta tarde y de mañana por la mañana; no se puede dejar el destino del mundo para el día antes.
Mi predicción es que con toda probabilidad se organice, llegado el momento, una macro guerra mundial que destruya toda la industria y tecnología posible como para requerir de una reconstrucción de un par de dédacas; en las cuales se tendrá tiempo para introducir los cambios y adaptarse al problema.
(***)
Geniales los cortos, aunque el segundo me ha gustado mucho más.
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