Portada Blogs Álbumes Notas Herramientas Usuarios Ayuda |
Blog de Verso (cambiar): Página Principal Entradas Historial Estadísticas |
<< Anterior | Link Permanente | Compartir en Facebook | Siguiente >> |
Entrada 1 de 1
John Lasseter, el director creativo de Pixar, siempre pensó que tras 101 dálmatas (1961) la animación no había conseguido ir más alla. "De alguna manera, pienso que las películas posteriores, aunque tenían maravillosos momentos y personajes, no eran más que el mismo tipo de cine ya visto", lamentaba Lasseter. El hombre que más tarde sería director de Toy story (1995) sabía que la animación necesitaba novedades que la ayudasen a crecer a otro nivel. Entonces, oyó hablar de una película que Disney estaba produciendo usando la reciente tecnología de animación por ordenador. Esa película era Tron (1982). Lasseter tuvo la oportunidad de ver un avance de la característica secuencia de la motocicleta Light Cycle y, en ese momento, una puerta hacia el futuro se abrió en su mente. Su futuro todos lo conocemos, pero hay que ponerlo en perspectiva: ni Toy Story ni Pixar hubieran sido posibles sin Tron.
Tron da vida a un mundo donde prospera una civilización digital, las leyes de la lógica terrestre son desafiadas y la energía es el oxígeno de toda una imaginería informática que nunca antes se había visto. Paisajes, edificios y vehículos creados por ordenador dieron lugar a un entorno totalmente nuevo. Suyo es el hito de ser la primera película con varias escenas íntegramente de CGI, en cuya creación participaron las empresas Information International Inc. (Triple-I), MAGI, Robert Abel & Associates y Digital Effects. Además, y por contrario a lo que se supone, muchos de los efectos fueron hechos mediante técnicas de animación convencional. La tecnología del momento no permitía mezclar la animación con actores de carne y hueso. Por eso fueron necesarios efectos ópticos tradicionales y fondos pintados a mano para que Jeff Bridges y demás actores tuvieran el privilegio de moverse por ese mundo computerizado. Estas escenas se filmaron en blanco y negro en películas de formato grande y alto contraste, después coloreadas en un proceso extraordinariamente laborioso. Esta diversidad de procedimientos, junto a las escenas de simplemente acción estándar, debían ponerse en conjunto para que formaran parte de un todo homogéneo, sin que el espectador percibiera continuamente los saltos de un tipo de filmación a otra. Las cuatro empresas de efectos especiales que trabajaron en la película debían también proporcionar resultados cohesionados, en la misma dirección visual, fundiéndose en un mismo ejército creativo a la conquista del ciberespacio dimensional. Desarrolladores de software y cineastas unidos por unas mismas coordenadas creativas, actores explorando los sentimientos de sus personajes, progresiones matemáticas dando vida a puntos de luz... ¡desde el otro lado de la pantalla parece todo tan fácil! MAGI fue responsable de la mayor parte de la animación de la primera mitad de Tron. Utilizó un proceso de simulación llamado Synthavision, que utiliza formas geométricas básicas que el ordenador reconoce como objetos sólidos con densidad. Variando el tamaño y cantidad de dichas formas, pueden construirse diseños tridimensionales y animarse. Synthavision está limitado para objetos complejos, pero funciona muy bien en la animación del movimiento de diseños simples. Triple-I trabajó principalmente en la segunda mitad de la película, con un método más cercano al que utilizan las actuales compañías de gráficos por ordenador. Los ingenieros de Triple-I grababan las imágenes trazando dibujos sobre una tarjeta digitalizadora. Esta información se trasladaba al ordenador como una imagen compuesta de polígonos. Tron fue una película pionera, visualmente sin precedentes, pero su influencia radica también en lo argumental. La película de ciencia ficción que lideraría la entrada en el nuevo milenio, Matrix (1999), recoge la idea de un mundo digital en el que se adentra el protagonista, enfrentándose a programas con forma de humanos. Los hermanos Wachowski son obviamente fans de Tron, y lo demostraron también en Speed Racer (2008), en ocasiones más cerca de la mítica película de Lisberger que de su propia serie original. Tron fue un fracaso comercial, pero su importancia no está en los números, sino en el riesgo de asomarse al abismo de posibilidades que marcarían buena parte del cine posterior. Tron fue esa puerta hacia el futuro que el cine estaba esperando, siendo claro referente de otras películas que sí lograron reventar la taquilla. Fin de impresión
Archivado en: Cine.
|
Páginas
Puntuación
Mis Cosas Estadísticas
4979 Días
2292 Visitas
2 Posts
Postea una de
cada 1146 visitas Licencia
|