Era divertido imaginar que nunca podría acabar así. Ahora podemos hablar directamente sin contener nuestras ideas. ¿Te has fijado? El alma de dos mundos se retuerce ante tus ojos, y con ella, sus labios embadurnados de petróleo rojo vienen hacia ti gritando en cien idiomas la deforestación de amor que ha derribado tus ilusiones.

Todas las combinaciones de palabras se han acabado, pensando, que siempre hay algo nuevo que decir.

Su abrigo, ante la embriaguez de la bruma abría la puerta al brillo fugaz de la esperanza gris desvaneciéndose para siempre. Luchando por permanecer un poco más junto a él. No hay motivos suficientes en esta ni en ninguna realidad para querer estar en otro lugar; a más de dos centímetros de ti.

Con todo. Tú no estás si estoy aquí.

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