La serpiente se encuentra frente a una senda desconocida, ha llegado a ella arrastrandose con una piel arrugada, fea y llena de porquería, sucia y resquebrajada. La piel de la serpiente no es buena, se ha llenado de suciedad y no le gusta a la propia serpiente. Debido a sus arrugas ha ido arrastrándose por caminos duros y llenos de piedras que dolían, y todo por esa piel sucia y arrugada. Fue por meterse en lodazales y sitios pantanosos por lo que la piel se le quedó así, por lo que la serpiente ha aprendido que, antes de meterse en lodazales, se debe asegurar de que la piel es fuerte y resistente, si no se llenará de la suciedad del lodazal y tendrá que llevarla siempre encima, ensuciándola y estropeándola hasta que acabe destrozada.

Ahora la serpiente se ha cansado de esa piel y de los caminos que ha tenido que recorrer por llevarla, así que ha decidido que es el momento de cambiar de piel. Romper esa suciedad, esas arrugas y esa mala piel, llena de grietas y volver a dirigirse por caminos menos escabrosos. Con una nueva piel, un camino nuevo le esperará por delante.

Las cosas no suelen ser como uno piensa que son cuando las ve a través de un solo cristal. El mismo cristal siempre tendrá una única visión y eso hará que tu forma de ver las cosas no sea la correcta, sino una subjetiva y parcial manera de interpretar lo que realmente tienes ante ti.

En cambio, cuando uno decide ver las cosas a través de varias lentes, puede ver todo desde otro punto de vista, asimilar las cosas de otra forma, verlas no como realmente son, sino teniendo en cuenta las distintas formas en que podemos verlas, tras lo cual podremos sacar una conclusión. Las conclusiones que se saquen una vez hayas mirado desde distintas lentes nunca serán las mismas que sacarás si miras desde el mismo cristal, que seguro que ya se estará empañando de tanto mirar a través de él.

Es posible que, después de haber mirado desde varias lentes y habiendo pensado en lo que has visto, lo comprendas mejor. No tires tu vieja lente, esa guardala, pero no desprecies las otras, pues todas te mostrarán el mundo de una manera igual de necesaria que con el cristal con el que siempre has mirado las cosas.

Como las malas lenguas dicen que sólo hablo de Lovecraft, esta vez dedicaremos una entrada sobre literatura a un autor que fue contemporáneo de este y escribió sobre toda clase de mundos desconocidos que habían estado antes que nosotros y que también estarían después.

Este autor es Clark Ashton Smith. Este escritor se dedicó a escribir en revistas pulp, especialmente Weird Tales, junto con otros autores que después se convertirían en grandes, como el citado Lovecraft o Robert E. Howard, creador de Conan. Junto a estos se le ha considerado como uno de los tres  grandes de Weird Tales.

Ashton Smith, el cual también era escultor y realizaba extrañas y oníricas esculturas, basó su obra de ficción en relatar historias ambientadas en continentes y regiones de nuestro mundo que ya habían desaparecido, dejando en el olvido las culturas y gentes que vivieron en ellas. Pero no se inventaba estos lugares, aprovechaba las leyendas sobre tierras perdidas para escribir sus relatos. Así, entre sus relatos más famosos, tenemos los pertenecientes al ciclo de Hyperborea, un supuesto continente muy al norte, del cual nos hablan escritores de la antigua grecia. Aquí, Ashton Smith situó reinos de magia y civilizaciones perdidas, con sus propias leyes y dioses. También en La Atlántida, Ashton Smith ambientó un ciclo de relatos, en los cuales podemos observar su visión de cómo habría sido este supuesto continente hundiddo antes de ser destruído.

Pero este escritor no se queda aquí. Hay muchos otros mundos y no todos fueron pertenecientes al pasado más lejano, por lo que en otros relatos, nos lleva a la Francia post-romana y de principios de la Edad Media, a la región de Averoigne, donde tienen lugar historias sobre hechiceros, adoradores de antiguos dioses, encuentros con seres de leyenda y algún que otro relato terrorífico. Y si no es suficiente con la Edad Media, también tenemos un ciclo ambientado en el lejano futuro, cuando nuestra civilización ha caído en el olvido y han surgido nuevos continentes. Aquí ambienta Ashton Smith los relatos del ciclo de Zothique, el último continente de La Tierra, en los cuales nos narra las aventuras y desventuras de los habitantes de un mundo moribundo.

Las obras de este escritor fueron publicadas en volúmenes recopilando los ciclos por separado o juntando algunos con otros, pero todos esos libros, actualmente son muy difíciles de conseguir, lo que hace que, disfrutar de un autor de una imaginación tan grande, sea complicado a menos que se investigue por internet. Como sea, perderse por los mundos de Clark Ashton Smith siempre será una aventura interesante de realizar.

Ptahhotep fue un visir del Egipto Antiguo, el cual escribió una serie de consejos para que los padres o los maestros enseñaran a sus discípulos e hijos. Es curioso cómo en tiempos tan antiguos se tenían en cuenta cosas como la humildad o la generosidad, hablando de un visir del faraón.

Un ejemplo:

No te vanaglories de tu conocimiento, ni te enorgullezcas porque eres un sabio.

Toma consejo del ignorante del mismo modo que del sabio, pues no se han alcanzado los límites

del arte, ni existe un artesano que haya adquirido su perfección. Está escondida la palabra

bella más que la piedra verde. Puede ser encontrada en la mano de las sirvientas sobre las piedras de moler.

En el enlace está el texto, uno de los más antiguos de la historia de la humanidad.